También conocido como Bálsamo de Tigre, Tiger Balm es una de esas pomadas que te cautiva por su packaging, por su exotismo oriental y por sus innumerables beneficios. Aplicarse este bálsamo reparador es sumergirse en la tradición China más profunda, país del que procede. Principalmente, es muy eficaz para aliviar molestias musculares. Sin embargo, también está indicado para dolores de cabeza, migrañas, congestión respiratoria y nasal e incluso, para tratar las picaduras de mosquito.
Su secreto, como el de la Coca-Cola, está en su fórmula. Tiger Balm está elaborado a base de plantas naturales. En concreto, Alcanfor, utilizado desde la antigedad para el alivio de molestias cutáneas; Mentol, que proporciona una sensación de alivio y frescor inmediato; Cajeput, su esencia es conocida por sus propiedades calmantes; Clavo, muy utilizado en el sudeste aisático, China e Indonesia por sus propiedades calmantes sobre el sistema locomotor y Canela china, que se emplea para mitigiar molestias articulares y musculares.
Para sentir sus beneficios en nuestro cuerpo, basta con aplicar una capa de bálsamo sobre la zona afectada y masajear hasta su completa absorción. La sensación de alivio, ya sea por su embriagador aroma o por el poder de la naturaleza, es inmediata.
Existen dos tipos de Bálsamo de Tigre; Rojo, de efecto calor y Blanco, de efecto frío. La Blanca tiene una fórmula más rica en menta, que aporta una sensación de frescor al instante, y se utiliza mucho para tratar migrañas y cefaleas, contusiones, torceduras, para la congestión nasal y para mejorar la recuperación de la musculatura tras hacer deporte.
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